Cargando el sitio, no recargues la página.
Información importante: MANTENCIÓN PROGRAMADA
A partir de las 21:00 hrs. del día sábado 25 de enero y hasta las 11:00 hrs. aproximadamente del día domingo 26 de enero , se realizará una mantención programada, por lo cual nuestros canales digitales: sitio privado en Santander.cl, App Santander, App Santander Pass, Office Banking, App Office Banking, App YOU, Botón de pago de cuentas y servicios no estarán disponibles.
Invitamos a nuestros clientes a programar sus operaciones en un horario distinto.
Otras transacciones como: compras presenciales con tarjetas y billeteras digitales, compras online o en Apps donde tengas enrolada tu tarjeta y no pida el CVV (Código de seguridad) al momento del pago, giros con tus tarjetas Santander en cajeros automáticos y llamadas al 600 320 3000, en caso de emergencias bancarias tales como: bloqueo de tarjeta o transacciones no reconocidas, estarán disponibles durante los horarios de mantención.
19 Agosto 2024
Este fenómeno ocurre cuando un país que ha logrado un nivel de ingreso medio se encuentra estancado y no puede avanzar hacia un nivel de ingreso alto.
${ 'carmen-gloria-silva' | autorCargo }
Desde hace algún tiempo, la preocupación por el crecimiento económico en Chile se ha vuelto un tema recurrente en los diversos foros. Y con justa razón. Las cifras muestran que entre los años 2000 y 2010, el PIB tuvo un crecimiento promedio de 4,4% anualizado. En tanto, en el lapso entre 2011 y 2019 -justo antes de la pandemia- la expansión promedio solo alcanzó 3% anualizado, mientras que el PIB per cápita se estancó en torno a US$ 14.500 (precios corrientes). Y las proyecciones tampoco son más auspiciosas. Este año, la economía tendría un avance en torno a 2,4%, mientras que estimaciones del PIB tendencial para el periodo 2024-2028 rondarían el 2%.
Así, el país parece estar enfrentando lo que el Banco Mundial llama la "trampa del ingreso medio". Este fenómeno ocurre cuando un país que ha logrado un nivel de ingreso medio se encuentra estancado y no puede avanzar hacia un nivel de ingreso alto.
En el reciente Informe sobre el Desarrollo Mundial 2024 (agosto), el organismo multinacional destaca que muchos países caen en esta "trampa" cuando su PIB per cápita alcanza aproximadamente el 10% del de EE.UU. (equivalente a US$ 8.000), lo que ocurre porque continúan implementando estrategias de desarrollo basadas únicamente en inversión de capital, que presentan rendimientos decrecientes. Esto, sumado a otras consideraciones como una débil institucionalidad, bajos niveles de libertad económica y política, poblaciones que envejecen rápidamente y elevados niveles de deuda pública, subraya la dificultad de superar esta trampa. De hecho, desde 1990 hasta 2021 solo una treintena de países lo han logrado, algunos ayudados por factores externos como la incorporación a la Unión Europea o el shock petrolero, mientras otros siguiendo una estrategia de desarrollo gradual.
De este modo, se establece que, dependiendo de la etapa de desarrollo, los países deben adoptar una combinación de políticas escalonada y progresivamente más compleja, denominada Estrategia 3i, que incluye tres fases y dos hitos: el primero, pasar desde ingresos medio-bajo a medio-alto y el segundo, pasar desde ingresos medio-alto a ingreso alto. Así, ya no sería solo una trampa de ingreso medio, sino dos.
En la primera fase, los países de bajos ingresos pueden concentrarse únicamente en políticas destinadas a incrementar la inversión en capital, tanto doméstica como externa, inversión en capital humano y generar un ambiente regulatorio atractivo para la inversión y la libre competencia. Una vez que alcanzan la categoría de país de ingreso mediano-bajo, en la segunda fase deben considerar además la incorporación de tecnologías del exterior y promover su uso en toda la economía. Por ejemplo, a través de la integración a mercados internacionales, desarrollo de convenios con universidades globales y la adopción de medidas de eficiencia energética.
Luego, para avanzar desde el estatus de ingreso mediano-alto a ingreso alto, los países deben volver a cambiar de rumbo, intensificando el desarrollo de la innovación interna que permita expandir la frontera del conocimiento. Para esta etapa es muy relevante profundizar el mercado de capitales y de financiamiento de los países, la protección de los derechos de propiedad privada, fortalecer los vínculos entre la academia y la industria, entre otros.
Si bien, desde la clasificación que otorga el Banco Mundial Chile, es considerado como ingreso alto, es claro que los desafíos para continuar por el camino del desarrollo económico sostenible son cada vez más complejos y demandantes. Sin embargo, tenemos el potencial para superar la trampa, considerando que nuestro país tiene un rol protagónico en materia de energías renovables y transición energética. Solo necesitamos aunar los esfuerzos y generar un enfoque integral y coordinado que involucre a todos los actores públicos, privados, academia y sociedad civil. Solo así podremos asegurar un futuro próspero y sostenible para todos.
Publicado en El Mercurio Inversiones.
Síguenos en nuestras Redes Sociales