Memoria de Santander se posiciona como la mejor del sector bancario

Santander Chile es una de las principales empresas del país, con una importante presencia en el mercado bursátil. Por eso, entregar información clara y fidedigna a sus diferentes grupos de interés es clave en el marco de una banca cada vez más responsable con el entorno y la sociedad. En este contexto, el Banco ha tenido profundos avances en la elaboración de su reporte anual integrado, que reúne tanto la información financiera como la de sostenibilidad y que viene realizando bajo este formato desde 2015. Esfuerzos que son reconocidos, en esta oportunidad, por Informe Reporta -otorgado por Deva- que destacó la memoria 2020 de Santander Chile, ubicándola en el primer lugar del sector servicios financieros e inmobiliarios y cuarto en el ranking general. Esto le permitió escalar cuatro posiciones respecto de la última versión. Asimismo, el Banco fue reconocido como la empresa número uno en la categoría Relevancia.

“Para nosotros es fundamental que los inversionistas, accionistas y, en general, el mercado pueda contar con la mejor y más oportuna información sobre los avances de nuestro negocio y también de los esfuerzos que a diario realizamos para realizar nuestra gestión de forma responsable con el medio ambiente, promoviendo a su vez el desarrollo sustentable de las comunidades en las que estamos insertos. Este es un aspecto fundamental, pues la sostenibilidad está en el corazón de nuestra estrategia”, sostuvo Robert Moreno, gerente de Investor Relations de Santander Chile.

Uno de los más recientes avances que realizó Santander en esta materia fue adecuar su reporte bajo los estándares internacionales GRI. Para determinar el contenido del informe, siguiendo con la metodología recomendada por GRI, se realizó una actualización del estudio de materialidad. Éste consiste en el análisis de riesgos y oportunidades en relación con temas económicos, sociales y ambientales, entregando una perspectiva de 360° del Banco. El informe 2020 se adecuó también bajo el Sustainability Accounting Standards Board (SASB), siendo además el primer año en que la memoria se sometió a un proceso de verificación a cargo de EY.