Cargando el sitio, no recargues la página.
07 Enero 2013
Con imágenes de destacados fotógrafos y textos de 17 relevantes investigadores a nivel nacional, la publicación ahonda en esta zona del Norte Grande de Chile.
María Teresa Ruiz, Premio Nacional de Ciencias Físicas y Exactas en 1997 presentará el libro ATACAMA que da a conocer esta región de Chile desde diversas perspectivas y variadas disciplinas. En sus 327 páginas, esta edición conjunta entre el Museo Chileno de Arte Precolombino y Banco Santander, acogido a la ley de donaciones culturales, presenta la innegable espectacularidad de este territorio, una zona peculiar marcada por gran actividad del hombre en diversas áreas.
Con fotografías tomadas por destacados fotógrafos y textos escritos por 17 relevantes investigadores a nivel nacional, esta publicación ahonda en ATACAMA, territorio que concentra gran parte de la producción minera del país y que, entre otras variadas actividades, tiene instalados los más importantes observatorios astronómicos del mundo, acompañado de un cielo diáfano que ha sido observado por miles de años por los pueblos precolombinos del lugar.
Su litoral es uno de los más ricos en recursos marinos y su desierto, con salares, termas y géiseres está entre los más secos del planeta. Sus quebradas y oasis aportan aguas y tierras que los atacameños han aprovechado hace siglos haciendo terrazas de cultivo y practicando la ganadería.
Esta tierra árida, ideal para conservar objetos y tejidos, es la panacea de la arqueología, que encuentra tesoros humanos de más de trece mil años de antigüedad, preservados intactos gracias a la extrema sequedad.
La edición indaga en la historia de Atacama y de las sociedades que la han habitado: los atacameños del interior, los changos de la costa, los pampinos, los pirquineros, los mineros y los astrónomos y cuantos viven hoy en las grandes ciudades nortinas.
Durante la presentación del libro, 400 ejemplares de esta publicación serán donados a la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos – DIBAM para ser distribuidos en todas las escuelas públicas del país.
Este libro es producto de la colaboración de casi tres décadas entre el Museo Chileno de Arte Precolombino y Banco Santander. En este lapso se han publicado 28 ediciones destinadas a rescatar el legado de las culturas americanas en nuestra sociedad.
En la edición de ATACAMA participaron como editores Carlos Aldunate y Andrea Torres; y Gema Swinburn como coordinadora general.
En sus 11 capítulos, escriben Hernán Rodríguez, quien hace referencia a la arquitectura y religiosidad; Jorge Hidalgo, sobre historia de la conquista, y Diego Salazar profundiza en los trece mil años que el hombre ha explotado los minerales del lugar. Claudio Mercado escribe sobre la importancia de la música en los ritos de la Pachamama.
Joyce Cortés, Jimena Cruz y Cristina Garrido, Flora Vilches, Carolina Yufla y Natalia Henríquez escriben sobre el cielo en las cosmovisión de Atacama; Pablo Miranda sobre la Pampa y el salitre; Manuel Escobar sobre pescadores y mineros en el litoral atacameño, y Mauricio Uribe escribe sobre la prehistoria de esta región.
Guillermo Chong, geólogo de la Universidad Católica del Norte cuenta en este libro que el significado de la palabra Atacama es dudoso, no aparece en el lenguaje kunza y algunos lo atribuyen a un origen español o a una toponimia o palabras de origen pre andino no identificadas, incluso atribuibles a una lengua perdida de Tiwanaku, previa al aimara o al quechua, la lengua puquina. Para algunos, la palabra Atacama o Atacamak significaría “pato negro” y aceptan que provendría del quechua tacama. Sin embargo, también se admite que podría derivar del quechua tercuman que quiere decir “gran confín” o “donde alcanza la vista”, la frontera entre el Despoblado de Atacama y lo no desértico.
En el artículo Cielos de Atacama: Una ventana al universo, María Teresa Ruiz, astrónoma chilena, narra como una atmósfera transparente y el cielo oscuro –aún no contaminado por las luces de las grandes ciudades- permite que los observatorios más importantes del planeta se concentren en este lugar para observar el universo.
Gracias a los telescopios que han operado en el área por casi medio siglo, el cielo del hemisferio sur es hoy tan conocido y explorado como el del norte. Antes de su instalación en Chile, la mayoría de los grandes telescopios estaban en el hemisferio norte, donde se concentra gran parte de los continentes y las civilizaciones tecnológicas.
Mauricio Uribe, arqueólogo de la Universidad de Chile, escribe sobre la prehistoria de Atacama alrededor de 11.000 años atrás, cuando se asentaron en este lugar grupos que habían desarrollado una particular economía de caza y recolección, siguiendo la huella de los primeros cazadores que recorrieron el continente tras las grandes presas pleistocenas. En Atacama vivían grandes animales hoy extintos: caballo americano, mastodonte, megaterio y paleo camélido, este último antecesor de los guanacos y las vicuñas.
En definitiva ATACAMA es un gran esfuerzo editorial que permite al lector entender la complejidad de esta zona del país ocupada por el hombre hace más de diez mil años para plasmar su arte, investigar los cielos, explotar el mar y la tierra.
Síguenos en nuestras Redes Sociales