TECHO-Chile y Santander inauguran nuevos centros de aprendizaje para niños y niñas de campamentos

Como un “gran regalo de Navidad” calificaron los vecinos del campamento El Gran Esfuerzo, ubicado en la comuna de Huechuraba, la apertura de un Techo para Aprender (TPA), cuya infraestructura permitirá a los más pequeños de la comunidad, estudiar, aprender, jugar durante todo el año y en especial los fin de semanas y temporadas sin actividad escolar.  Habitualmente, los niños, niñas y adolescentes que viven en campamentos, no cuentan con un espacio para el desarrollo pleno de la niñez.En esa línea, el TPA contribuye a mejorar la calidad de vida de cientos de niños, niñas y adolescentes (NNA) y sus familias.

“Estamos muy contentos con esta inauguración, porque nuestros niños no tenían dónde estar cuando llovía o cuando hace mucho calor. Incluso se juntaban en la casa de una vecina, pero como son tantos, ya era necesario tener un lugar para ellos. Acá podrán aprender y jugar con los voluntarios de TECHO. Mil gracias, estamos muy agradecidos”, explicó la presidenta de la comunidad, Patricia Paellao.

Este programa que TECHO-Chile lleva a cabo desde 2018 junto a Santander, busca habilitar un espacio educativo comunitario y seguro donde se promueva el aprendizaje, la socialización y el desarrollo socioemocional de las infancias. A su vez, es un espacio de promoción de los derechos de las niñas y niños adolescentes, a través de su participación protagónica en el territorio. Gracias a la alianza de 26 años que existe entre ambas organizaciones, históricamente se han inaugurado más de treinta centros de aprendizaje a lo largo del país. La apertura del recinto en El Gran Esfuerzo,  es representación de la continuidad y consolidación de este programa que espera seguir visibilizando la voz y agencia de los niños, niñas y adolescentes que viven en campamentos.

Gabriela Quezada, directora de Gestión Comunitaria de TECHO-Chile, indicó que “El Techo para aprender surge como una respuesta para aproximar oportunidades de aprendizaje en los niños, niñas y adolescentes de territorios donde este tipo de intervenciones son escasas. Generar espacios educativos cercanos, atractivos y con recursos educativos de calidad, se ha transformado en un sello de los TPA durante estos años. Así también ha sido el sello comunitario de este programa, donde vecinos y vecinas tienen un rol protagónico en la organización y gestión de los TPA, promoviendo la organización y compromiso de una comunidad frente a un mismo objetivo: potenciar el desarrollo de sus niños y niñas”.

Por otro lado, Gonzalo Rodríguez, Jefe de Banca Responsable y Sostenibilidad de Santander, afirmó que “junto a TECHO hemos querido llevar más educación a las comunidades que más lo necesitan. Ese es el espíritu que existe detrás de cada TPA, los que se han convertido para los menores y sus familias en un espacio seguro donde seguir aprendiendo a la vez que generan vínculos con sus comunidades. Con estas acciones concretas esperamos aportar con instancias educativas que permitan a las personas seguir progresando”.

Los TPA son liderados, principalmente, por mujeres de las comunidades, en conjunto con un equipo de voluntarios y voluntarias quienes, semana a semana, realizan las actividades, en base a los intereses de los niños, niñas y adolescentes.